miércoles, 7 de mayo de 2008

Surrealismo

Nunc a comprendí la razón por la que Breton expulsó a Dalí de las filas de su movimiento, ¿por qué ser tan rígido en un movimiento que basa sus tesis en lo onírico? Como dice Calderón de la Barca: los sueños, sueños son. Por lo tanto encontré completamente extraña la excomulgación.

“Únicamente la palabra libertad tiene el poder de exaltarme. Me parece justo y bueno mantener indefinidamente este viejo fanatismo humano. Sin duda alguna, se basa en mi única aspiración legítima. Pese a tantas y tantas desgracias como hemos heredado, es preciso reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente. Reducir la imaginación a la esclavitud, cuando a pesar de todo quedará esclavizada en virtud de aquello que con grosero criterio se denomina felicidad, es despojar a cuanto uno encuentra en lo más hondo de sí mismo del derecho a la suprema justicia. Tan sólo la imaginación me permite llegar a saber lo que puede llegar a ser, y esto basta para mitigar un poco su terrible condena; y esto basta también para que me abandone a ella, sin miedo al engaño (como si pudiéramos engañarnos todavía más). ¿En qué punto comienza la imaginación a ser perniciosa y en qué punto deja de existir la seguridad del espíritu? ¿Para el espíritu, acaso la posibilidad de errar no es sino una contingencia del bien?”

Tal vez esa esclavización de la imaginación es la que Dalí ya no pudo manejar, pero ¿cuáles son los límites de la mente humana? – Infinitos. Valdrá preguntarle a Morfeo que fue lo que soñó Dalí para que nos sea posible ver La persistencia en la memoria.



Ronny Guarderas Luna
Sexto "C"

No hay comentarios: